viernes, 22 de noviembre de 2013

Identidad digital



Hay un aspecto del concepto de identidad digital que me ha llamado mucho la atención al leer la documentación aportada por los tutores. Es el hecho de que nuestra identidad en la Red no se define solo por lo que nosotros activamente aportamos, sino que en igual medida se define por lo que terceros publican sobre nosotros con o sin nuestro conocimiento y por las relaciones que se establecen entre nosotros y otros usuarios. Al igual que en la vida análoga (vs. virtual) nuestra identidad en la Red se va comformando a partir de la simbiosis de estas tres vertientes. El aspecto a destacar es que nosotros no podemos controlar el resultado final de nuestra identidad digital, que por cierto está en constante cambio. Y esto es lo que a mí, como buena inmigrante digital, todavía me produce cierto respeto y me impide desarrollar el potencial de mis diferentes perfiles en la Red.

Una vez que se es consciente de esta realidad (no quiero usar la palabra “problema”), la solución precisamente es saber gestionar la identidad digital de acuerdo con las opciones de privacidad que permiten las diferentes comunidades virtuales. Somos nosotros los que hemos de tomar las riendas de nuestra propia identidad digital poniendo nuestros propios límites, para ello los tutores nos proponen una serie de consejos que aunque son de sentido común, muchas veces no los tenemos en cuenta:
  • Como ya he mencionado, lo más importante es conocer la política de privacidad de la comunidad virtual en la que queramos participar activamente. Eso significa tomarse el tiempo para leer sus condiciones de uso y privacidad.
  • Pensar antes de publicar qué consecuencias puede tener nuestra publicación.
  • Controlar nuestra lista de contactos

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